jueves, 30 de abril de 2015

6.- Un libro basado en una historia real: Los campos de concentración

Este libro trata de un hecho cuya veracidad ya nadie osa discutir. De la Colección Edimat. Lo he leído en un mes, porque no ha habido tiempo para dedicarle a la lectura, tiene 224 páginas con imágenes en blanco y negro. Narra resumidamente los campos de exterminio, las condiciones en qué vivían los judios en los campos de concentración; el hambre, el miedo, el dolor, la muerte.
Sinopsis:
Entre 1933 y 1945, Alemania nazi realizó el mayor holocausto contemporáneo; entre cinco y seis millones de judíos fueron asesinados, destino que también compartieron  centenares de miles de miembros de las más variadas minorías raciales: comunistas, socialistas, negros, homosexuales, discapacitados, enfermos, católicos, protestantes…etcétera.

Si las estadísticas dan cuenta e la dimensión e la masacre, los métodos empleados estremecen hasta la repulsión. Nunca se había alcanzado este sistema: los horrores, la degradación humana transgredieron los límites más extremos.
Fases: Los campos de concentración primero y los de exterminio después coronaron la política totalitaria nazi. Desde este punto de vista resumidas las fases periódicamente serían de la siguiente manera:
Primera fase: 1933 a 1938. Desde el ascenso de Hitler al poder hasta la segunda guerra mundial.
Segunda fase: 1939  a 1942. Primera mitad del conflicto bélico. Avance de las fuerza del Reich.
Tercera fase: 1943 a 1945. Segunda mitad de la guerra, etapa de declinación, derrota de fuerzas alemanas.
Además de contar con la S.A. Hitler organizó en 1926 la escuadra de protección, más conocida como la S.S, una unidad dirigida por Heinrich Himmler. La S.A, primero y la S.S después, conformaron las principales fuerzas de choque de los nazis, la Gestapo constituyó uno herramienta fundamental para su consolidación en el poder.
Hitler alcanzó la meta que le permitió el control absoluto del poder. Fueron suspendidos los convenios de trabajo colectivo e ilegalizadas las huelgas.
Los campos de concentración:
Los campos de concentración y exterminio constituyen el colrolario exacto que demandaba la instauración de una sociedad completamente regimentada bajo la bota del nazismo. Fueron su consecuencia necesaria e imprescindible.
Cualquiera que fuere la excusa que legitimara la inclusión del individuo dentro de un campo, se trataba siempre de dominio forzado, ya sea por ideología, raza, o posición social.
Los campos de concentración fueron el intento de reducir la humanidad  a  su expresión más elemental y dominable, y cuando las fuerzas sociales demostraron dicha imposibilidad, el autoritarismo nazi reconvirtió su práctica de dominación en práctica de eliminación completa.
Millones de mujeres, ancianos y niños murieron en los campos de concentración. Muy pocos lograron sobrevivir y, en todos los casos, lo hicieron con huellas imborrables de lo sufrido.
El complejo de Auschwitz no solo se ocupó de la disolución final de la cuestión judía, sino también de apuntelar la economía del Reich para el sostenimiento de la guerra.
Sobrevivieron a una de las etapas más oscuras de la Historia, y contribuyen a alertar de las salidas autoritarias que sectores sociales, partidos y gobiernos, pese a todo, insisten en aplicar en las más diversas geografías, como si el legado de la experiencia nazi no hubiera sido absorbida por la sociedad en conjunto.
La memoria persiste, pero lo que han sufrido es indecible.

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